El Régimen Económico y Fiscal de Canarias, regulado por la Ley 19/1994, de 6 de julio, establece un conjunto de incentivos fiscales diseñados para fomentar el desarrollo económico de las Islas Canarias, considerando su condición de región ultraperiférica de la Unión Europea. Este régimen abarca desde medidas como la Reserva para Inversiones en Canarias (RIC) hasta deducciones fiscales concretas dirigidas a empresas del sector cultural, las cuáles están específicamente reguladas por el Real Decreto 1758/2007, de 28 de diciembre, que es el reglamento que desarrolla la ley previamente citada.
Este artículo explora cómo los incentivos fiscales del Régimen Económico y Fiscal de Canarias pueden coexistir y complementarse con las subvenciones disponibles para las empresas que operan en Canarias.
Régimen Económico y Fiscal de Canarias y subvenciones
Reserva para Inversiones en Canarias (RIC)
La Reserva para Inversiones en Canarias (RIC), permite a las empresas reducir su base imponible destinando parte de sus beneficios a una reserva para inversiones futuras en Canarias. Esta medida incentiva la reinversión de los beneficios en la economía local, fomentando el crecimiento sostenido. La compatibilidad de la RIC con las subvenciones es especialmente relevante, ya que permite a las empresas planificar y financiar proyectos a largo plazo utilizando tanto fondos propios, incentivados fiscalmente, como subvenciones públicas.
Funcionamiento de la RIC
Este incentivos fiscal permite una reducción significativa de la base imponible, pudiendo alcanzar hasta un 90% de los beneficios no distribuidos, siempre que se destinen a inversiones en Canarias. Las inversiones elegibles pueden incluir la adquisición de activos fijos, la creación de empleos, o proyectos de investigación y desarrollo, entre otros. La materialización de la RIC debe realizarse en un plazo máximo de cuatro años desde que se dota la reserva, es decir, se dispone del propio ejercicio en el que se haya realizado la dotación y los tres posteriores.
Compatibilidad RIC y subvenciones
En primer lugar, es importante aclarar que la suma del porcentaje subvencionable del bien y del porcentaje que se puede materializar por RIC puede ser como máximo del 100%. Esto significa que, aunque ambos incentivos son compatibles, la combinación de ambos no puede superar la cuantía total del bien. Esta limitación asegura que las empresas no reciban más beneficios que el valor total de la inversión.
Se debe destacar que, existe la posibilidad de desmaterializar la RIC en caso de que se haya materializado previamente y se disponga de plazo a futuro para volver a materializar, aprovechando de esta manera tanto el incentivo fiscal como la subvención. La desmaterialización de la RIC conlleva una pequeña sanción económica, la cual supone el reintegro de los beneficios fiscales obtenidos, junto con los intereses de demora correspondientes. Sin embargo, la posibilidad de aprovechar tanto la subvención como el incentivo fiscal puede justificar la exposición a la sanción económica. Al permitir esta flexibilidad, las empresas pueden ajustar sus estrategias de inversión de manera más eficiente, maximizando los beneficios fiscales y las oportunidades de financiación disponibles
Deducción por Inversiones en Canarias (DIC)
Compatibilidad DIC y subvenciones
Es crucial destacar que no existe ningún tipo de incompatibilidad entre las subvenciones y la DIC. Las empresas pueden recibir subvenciones para la adquisición de maquinaria y, simultáneamente, aplicar la DIC para reducir su carga fiscal, optimizando así la rentabilidad de sus inversiones.
Régimen Económico y Fiscal de Canarias y el sector cultural
Dentro del Régimen Económico y Fiscal de Canarias, las empresas culturales pueden deducir un porcentaje de sus inversiones en activos fijos gracias a la Deducción por Inversiones en Canarias (DIC). Este incentivo está diseñado para fomentar la inversión empresarial en la región, contribuyendo al desarrollo económico y la creación de empleo. La DIC puede variar en porcentaje según el tipo de inversión y su impacto en el desarrollo regional. Generalmente, las deducciones pueden oscilar entre un 25% y un 45% del importe de la inversión, dependiendo de factores como el tamaño de la empresa y la naturaleza del proyecto. Esta deducción es aplicable a inversiones en activos nuevos y destinados a la actividad empresarial, incentivando la modernización y expansión de las empresas.
Las deducciones fiscales para el sector cultural están diseñadas para incentivar la organización y promoción de eventos culturales. Estas deducciones permiten a las empresas reducir su carga fiscal mediante la deducción de un porcentaje significativo de los gastos relacionados con la producción y ejecución de eventos culturales.
Sinergias entre subvenciones y deducciones culturales
Las empresas del sector cultural en Canarias pueden beneficiarse tanto de las deducciones fiscales como de las subvenciones específicas para actividades culturales. Esta combinación de incentivos permite maximizar los beneficios económicos y financieros, fomentando el desarrollo de proyectos culturales con mayor impacto.
Compatibilidad y beneficios
La reducción de la carga fiscal puede alcanzar hasta un 40% de los gastos elegibles, lo que supone una significativa disminución de la base imponible del Impuesto sobre Sociedades. Además, las empresas tienen acceso a subvenciones para la organización de eventos, lo que permite cubrir una parte de los gastos y mejorar la viabilidad económica de los proyectos. Al combinar estas subvenciones con deducciones fiscales, se logra una optimización de recursos que permite financiar proyectos culturales de manera más eficiente, asegurando su ejecución y sostenibilidad a largo plazo.
Conclusión
La combinación de subvenciones y los incentivos fiscales del Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias proporciona una base sólida para el desarrollo económico y empresarial en las Islas Canarias. Este artículo ha explorado cómo herramientas como la Reserva para Inversiones en Canarias (RIC), la Deducción por Inversiones en Canarias (DIC) y las deducciones específicas para el sector cultural pueden coexistir y complementarse con las subvenciones disponibles.
A pesar de las ventajas significativas, gestionar correctamente la compatibilidad entre estos incentivos y las subvenciones puede ser complejo y requiere de un conocimiento detallado de la normativa aplicable. Por lo tanto, para asegurar una gestión óptima y el máximo aprovechamiento de estos beneficios, es fundamental contar con el apoyo de un asesor fiscal especializado. Un asesor fiscal puede guiar a las empresas en la planificación y aplicación de estos incentivos, asegurando el cumplimiento de las normativas y optimizando los beneficios fiscales.
Alejandro de la Torre Covarrubias
Graduado en Economía por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria