¿Cómo sacar el máximo rendimiento a tus recursos?

¿Cómo sacar el máximo rendimiento a tus recursos?

Para poder conocer la mejor manera de invertir los recursos de nuestras empresas, realizaremos un recorrido por algunos conceptos claves, analizando y desglosando sus conceptos y en pequeña medida, la historia

En la actualidad las empresas luchan por maximizar sus beneficios en un mercado cada vez más globalizado. Esto implica un mayor número de empresas en el mercado dispuestas a acceder a estos clientes. La globalización marca sin lugar a duda un antes y un después a la hora de competir por ser una empresa dominante.

En el período pre-globalización, mediados del siglo XIX, encontramos una importante revolución industrial centrada en incrementar la producción aprovechándose de los reducidos costes de producción y del desconocimiento sobre el impacto negativo que se producía en el medioambiente.

La realidad actual es muy distinta. El entorno que rodea a las empresas es cada vez más consciente de la importancia de cuidar el medio ambiente y no tienen ningún tipo de piedad con aquellas empresas que impactan negativamente en el entorno.

¿Cómo invertir en un mercado globalizado?

Parece algo bastante evidente, tras lo expuesto anteriormente, que la globalización de los mercados implica un aumento de la oferta realizada por las empresas gracias a la venta online. Esta permite vender sin tener un punto de venta físico cerca de los clientes.

Por otro lado, encontramos un tipo de cliente más “exquisito” que busca acceder a productos ofertados por marcas de renombre, pudiendo castigar gravemente a aquellas que realicen impactos negativos en el medioambiente.

Tratando de resumir todo esto, encontramos tres formas de competir en el mercado:

·       Vía precios (ofreciendo el mismo producto que la competencia a un precio menor)

·       Vía calidad (ofreciendo un producto diferenciado por su calidad)

·       Vía imagen de marca (creando una marca que genere valor al cliente)

¿En qué invertir?

Para realizar mejoras dentro de la empresa debemos invertir en aquellos activos que tengan la capacidad de mejorar la productividad de la empresa, mejorar la calidad de los productos o generar un menor impacto en el medioambiente. Dentro de estos activos encontramos las propias máquinas de la empresa, intangibles como las apps y páginas web, el capital humano, etc.

¿En qué momento invertir?

La obsolescencia de las empresas se define, en la actualidad, como una de las principales causas de pérdida de cuota de mercado y reducción de ventas, por lo que impedir este momento de obsolescencia puede suponer un antes y un después para la empresa.

Tras un análisis de las capacidades de la empresa podemos identificar como momento clave aquel que pueda incrementar la capacidad de su producción, pudiendo ofertar sus productos a un mayor número de clientes o realizando una misma producción de una forma más sostenible.

Dentro de los momentos clave para la inversión encontramos aquellos en los que podremos acceder a una mejora a través de la adquisición de activos para la empresa, impulsados por las distintas subvenciones/ayudas sin retorno promovidas por las administraciones públicas.

Estas subvenciones/ayudas nacen con fines incentivadores, tratando de impulsar el crecimiento de las empresas, modernización de los mercados, digitalización de los procesos, inserción laboral, sostenibilidad de las acciones y procesos de las empresas, etc.

Las subvenciones/ayudas tienen unos plazos definidos, por lo que invertir en estos momentos del tiempo en los cuales conseguiremos que las distintas administraciones ayuden a financiar nuestros proyectos puede ser un elemento clave para la consecución de los objetivos de la empresa.

Conclusión

En la actualidad encontramos una rápida evolución del mercado en el que las empresas luchan por adaptarse a una realidad cambiante. La obsolescencia de las empresas se muestra como un agente clave, capaz de generar un impacto negativo en sus ventas. Tratando de huir de esta obsolescencia, encontramos la posibilidad de invertir en activos capaces de mejorar la situación actual obteniendo como resultado una mejora de la productividad y de la sostenibilidad de la empresa.

En los ciclos de inversión de las empresas encontramos momentos claves en los que las subvenciones/ayudas se presentan como fuertes elementos de financiación de las actividades de mejora de esta relación de “productividad-sostenibilidad”.